8 feb 2009

Contra el amor

Manuel de Zequeira y Arango fue un poeta cubano que nació en 1764, en La Habana. Como casi todos los jóvenes de las familias pudientes y pudorosas de la isla, entró a estudiar historia, cultura latina y teología en el Seminario de San Carlos.

Poco tiempo después emprendió un viaje a España y una vez en la madre patria, se asoció al regimiento de infantería de Soria. En pocas palabras, Zequeira y Arango era un tipo rijoso que anduvo metido en cuanta guerra pudo. Muy probablemente fue uno de los primeros turistas beligerantes, porque anduvo en Venezuela y en el Virreinato de Nueva Granada, cuyo nombre actual es Colombia o Ecuador o Panamá; no lo sé y da lo mismo.

Como buen expedicionario, Zequeira dejó muchas querencias en todas las regiones que visitó y por tanto acumuló también una gran experiencia en el complejo terreno de los afectos.

Pues bien, he decidido comenzar mi jornada de resistencia civil pacífica en contra del amor, con un poema de este cubano inmortal.

Y aunque nunca me ha gustado la poesía, la verdad es que este poema es bien puntual en la descripción de ésa patraña sentimentaloide a la que muchas personas llaman amor.


Contra el amor

Huye, Climene, deja los encantos
Del amor, que no son sino dolores;
Es una oculta sierpe entre las flores
Cuyos silbos parecen dulces cantos:
Es néctar que quema y da quebrantos,
Es Vesubio que esconde sus ardores,
Es delicia mezclada con rigores,
Es jardín que se riega con los llantos:
Es del entendimiento laberinto
De entrada fácil y salida estrecha,
Donde el más racional pierde su instinto:
Jamás mira su llama satisfecha,
Y en fingiendo que está su ardor extinto.
Es cuando más estrago hace su flecha.



Manuel de Zequeira y Arango

4 comentarios:

Mara Jiménez dijo...

Tengo el presentimiento de que cualquier comentario que haga "en defensa del amor", me hará quedar como una cursi irremediablemente... pero si odio el 14 de febrero, eso si.

Anónimo dijo...

Esta comprobadísimo que eres un romántico decepcionado, aunque para mi nunca has dejado de ser, ni dejaras de ser cervelle d´or, por otro lado hay otros atributos que no te vendrían mal, digamos el de vanidoso, hedonista y adorador de Baco, claro esta que igual y quizá también cada que checo lo que escribes me encuentro más convencida de que podía encontrar en ti algo de adicción sexual, pero como no soy psicoloca (ups creo que no debo de escribir esto, pero ya lo hice), en fin apoyo totalmente tu desprecio al 14 de febrero, aunque la verdad a mi si me dan una serie de regalos, algo cursis, pero que se le va hacer, ni modo de decirle que no a un libro de Palahniuk, nada cursi de contenido por supuesto, sólo que en vez de transcribir el poema con el que muestras tu desprecio a lo que normalmente se llama amor, yo pondría el siguiente:

VISITA

No estoy.
No la conozco.
No quiero conocerla.
Me repugna lo hueco,
La afición al misterio,
El culto a la ceniza,
A cuanto se disgrega.
Jamás he mantenido contacto con lo inerte.
Si de algo he renegado es de la indiferencia.
No aspiro a transmutarme,
Ni me tienta el reposo.
Todavía me intrigan el absurdo, la gracia.
No estoy para lo inmóvil,
Para lo inhabitado.

Cuando venga a buscarme,
Díganle:
"se ha mudado".

Oliverio Girondo.

Por cierto como sé que te complace decirme de cierta manera para molestarme lo hago evidente y publico, para que de ese modo ya no me moleste el que me llames así, total el que algo deje de ser efectivo para molestar, lo deja desencantado, jajajaja.

LicCARPILAGO dijo...

ay caramba.... cuanto calor hace en este blog!!!

realmente esta que arde!!!

Anónimo dijo...

En serio que usted no aprende, estimado Dr. Pero ¿sabe qué es lo que más me sorprende? Que aun con todo y sus mamadas y su pose de autosuficiencia emocional, las mujeres le hacen caso; bueno, corrijo, no le hacen caso, lo buscan, que es más grave todavía.

Y ¿sabe qué es lo triste? Que ellas creen que su rollo ése de la inexistencia del amor es otra más de sus ocurrencias irónicas; y como siempre acostumbra echarse un discurso mamón cuando habla del tema, pues sí, hasta resulta divertido. Pero ¿por qué no las desmiente y les dice que eso es algo lo que usted está realmente convecido?

¿Sabe por qué? Porque en el fondo le gusta tener su club de fans y disfruta haciéndolas sentir angustiadas porque no les hace caso y rehuye a comprometerse con alguna de ellas.

No, si usted por viejas no para. Su problema, su pinche problema es su enorme ego y su narcisismo. Y si a eso le agrega que en su perspectiva todo el mundo es pendejo, menos usted y que siempre anda en pose de intelectual inorgánico, pues la verdad es que, objetivamente y se lo digo como su cuate, más que estimable debería resultar aborrecible.

Pero ni hablar, usted tiene una suerte para que lo quieran aun cuando se empeña y hace su mejor esfuerzo para que lo odien, que realmente no lo entiendo.

En realidad eres demasiado sangrón, estimado amigo Vic y con todo y eso mírate, siempre con alternativas entre las cuales elegir y te niegas hacerlo.

Si yo fuera tú no andaría por ahí desperdiciando las oportunidades sólo por fingir que soy bien enigmático y franciscano... creo que ahora si me agarraste encabronado, pero como mi amigo, uno de los mejores que tengo, sabrás aceptar mi crítica.

Cuídate mucho y ya deja de andar de mamón.

Mauro