26 oct 2008

Sangrons

Desde que me volví un intelectual inorgánico, izquierdoso y liberaloso adquirí ciertos prejuicios en contra de los Sanborns; aunque la verdad no se trata de elucubraciones sacadas de mi retorcida mente contestataria. Cualquier persona mínimamente pensante de este país tiene alguna opinión más o menos crítica de esa centenaria cadena de restaurantes. Y lo más curioso es que todos los que la criticamos por lo menos alguna vez hemos ido a tomar café o a comer esas famosas enchiladas suizas (por cierto, pinches nombres tan curiosos; como el del helado napolitano que en Napoles ni lo conocen; o el de los chongos zamoranos, que tampoco los conocen en Zamora).


En fin, que todo esto es sólo para justificar que hace dos semanas tuve la oportunidad de encontrarme en el Sangrons que está frente al Ángel de la Independencia, con mi muy querida amiga Betty Sibaja, que desde Oaxaca a la exposición de estudios en el extranjero.


La verdad fue una tarde muy amena, aunque un tanto breve debido a cuestiones de agenda. Pero lo importante no era el tiempo, sino la presencia. Y he aquí un testimonio de esa reunión.



Y en otros asuntos, la verdad es que por más que quiero hacer un poco de espacio para poder escribir como se debe... bueno, esto es un decir, porque en este espacio nunca he escrito como debiera; pero el punto es que por más que quiero, nomás no tengo el tiempo suficiente para escribir como antes solía hacerlo. Y cuando lo tengo, lo único que quiero es dormir un rato.

Pero lo que más me preocupa es que ya hace más de un mes que no he leído literatura y que no me paro por la librería. No quiero terminar convertido en un analfabeta funcional, como mucho tantos que hay en ambientes de trabajo como en el que ahora me ha tocado desenvolverme.

En fin, que ya después escribiré acerca del resurgimiento de la guerrilla peruana, que sí da miedito. Sobre todo ahora, con todo esto del retorno del Estado, que en la región sudamericana se da en el contexto de gobiernos izquierdosos como el de Hugo Chávez, que sólo leyó a Althusser y ya piensa que es un pensador marxista original.

Y por cierto, quién sabe cómo le irá a su república bolivariana ahora que el precio del petróleo baje de los 60 dólares por barril.

En fin, que el mundo, no sólo la región, está al filo del precipicio, y lo preocupante es que los grandes teóricos brillan por su ausencia. Por lo menos en lo personal no he visto a Vattimo o a Kristeva o al alemán este de las esferas... Slotedijk; bueno, ni siquiera he leído que Habermas diga esta boca es mía, para replantear el análisis del sistema capitalista.

Pero bueno, de eso escribiré en otra ocasión.

1 comentario:

LicCARPILAGO dijo...

alguna vez una amiga me dijo: usar corbata rosa es síntoma inequívoco de haber caído en la pegajosa telaraña del "fresísmo". Ya lo decíamos en el post anterior...

La relativa pausa en las lecturas interesantes es una cosa general en estos momentos de nerviosismo economico en el que desafortunadamente hemos caído... yo ando guardando los centavitos por lo que decidi simplemente comprar un par de periódicos para echarmelos de la a a la z pero llegue a la seccion donde decia que el presupuesto del 2009 se fundamento en 70 dlls el barril de petroleo y ayer estaba a 57, asi que mejor deje el periodico y me dedique a ver la TV hasta que me dolio la cabeza.