22 mar 2008

¡Qué viva la fe!



Por situaciones como esta, en ocasiones hasta llega a caerme bien Benedicto XVI y sus pretensiones litúrgicas tridentinas:

Los uniformados provocaron a los nazarenos. “Apúrense, pinches huevones”, “si no puedes tírala, pendejo”, fueron algunas de las expresiones que se escucharon en el acceso al Cerro de la Estrella.

Algunos nazarenos optaban por descansar y poner un trapo en el suelo para mitigar el calor. Y seguían las provocaciones: “Apúrale, pendejo; ¿no ves que hay gente atrás de ti?”, decían los uniformados.

“Tranquilo, ¿qué no ves que estoy descansando un poco?”.

“Descansando ni madres; se creen muy pinches devotos y son los más mierdas”.

Fuente: Milenio Diario 22/03/2008.


P.S Sigo de vacaciones.

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